Es más que el tiempo, es lo que el camino dejó en mí, es lo que la vida hace en las personas, dime ¿maduro o me marchito?, cada vez soy más gris y tu no dices nada, tu ni siquiera lo notas, créeme, solía ser diferente, no así de gris… son mis pensamientos, mueren dentro de mí esperando salir, esperando que los oigas pero, perdón, no puedo; les temo, te temo, temo a lo que puedas pensar de mí, a lo que pueda yo pensar de mí… ¡sí! Soy patético, solo que no quiero que te des cuenta.
Perdón por esto, pero hay momentos en que no puedo más, que me duele solo verte vivir, tengo que hacer algo conmigo, vivir a través de ti es algo que definitivamente no funciona; dime ¿para dónde va mi vida?, ¿sabes?, yo no, de hecho, me agobia darme cuenta que carezco de eso. Lo que yo llamo vida no son más que intentos desesperados, y frustrados desde luego, de lograr que algo fuera de mí mundo, lejos de lo que soy pase, y excusas estúpidas que es lo único que tengo para aferrarme y ponerme de pie… otra vez, siempre me pregunto ¿para qué?, pero no concibo no hacerlo. De pronto eso es una vida, sino que aun no lo entiendo.
Perdón, yo entiendo, así es como tienen que ser las cosas, no hay razón para que sean diferentes, cállate, no tienes que decir nada, no tienes siquiera que escucharme… de hecho, no sé porque sigues aquí, no sé porque no has huido, pero, ¡gracias¡ y por favor no lo hagas.
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